Un año muy importante en la vida de los Ligeros fue 1973, en el que se cumplía su primer centenario y donde se trató de revivir la historia de una gran Filà que generación tras generación había llegado a los cien años de vida, y de rendir homenaje a todos los que han formado parte de ella con ilusión y Alcoyanía. El Primer Tro de la entidad fue José Giner Llorens.

 

 

Aquel año la alegría inundaba la sede de los Ligeros, que decidieron que tan excepcional fecha no pasara desapercibida para nadie. El año del centenario de nuestra Filà, las Fiestas se trasladaron al final del mes de abril. El 28 “Dia dels músics” todo trascurrió con normalidad. La ilusión, en su alto nivel, se podía ver reflejada en los ojos de los Ligeros en la tarde del 29 de abril. Sobre las doce del mediodía se reunieron para reponer fuerzas en el bar Manjón.

Sobre las 5 de la tarde la cadencia y la suntuosidad invaden las céntricas calles de Alcoi y de los nuestros, en un alarde de fuerza nunca visto hasta entonces. Primero el guión de la Filà, a continuación una espectacular Escuadra de Esclavos de la que cabe destacar una impresionante garra que utilizaban los Escuadreros como escudo.

 

 

Le siguió la emotiva Escuadra de moros viejos, en que sus componentes lucían el primer diseño de la Filà. Y como colofón la doble Escuadra con el diseño actual. Al finalizar las Fiestas, los Ligeros tuvieron sus más y sus menos con la Asociación de San Jorge por haber desfilado con cuatro Escuadras y tres bandas de música. Se quejaron de que alargábamos en demasía la Entrada, algo impensable ahora.

 

 

En 1976, VII Centenario de Patronazgo de San Jorge, la Asociación de San Jorge organiza una Gloria Centenaria, en la que dos festers por cada Filà vestidos uno con el traje de alguna Filà desaparecida y otro con el diseño más antiguo de su respectivas Filaes. Por los nuestros, Juan Bordera LLorens representó a la desaparecida Filà Rifeños y Jorge Gisbert Silvestre lució el diseño más antiguo de los Ligeros. También nuestra Filà tuvo el honor de representar al niño “Sant Jordiet” en la persona de Pedro Luis Riaza Llinares.