A las cinco menos cinco minutos se da la orden. El Sargento Mayor abre el cortejo, los trompeteros del Islam anuncian a la tarde tu presencia Capitán.

El guion de la Filà, revestido de un manto azul para esta Capitanía, desfila en primer lugar.


 

El portador del mismo es el fester Miguel Doménech Abad, Miguelín, lleva como escolta a dos tuaregs. Trece guerreros a caballo, vestidos de negro riguroso con un espectacular turbante y faja de la Filà que representan, son los portadores de los guiones de las restantes Filaes del bando moro. Cierra esta primera escena del boato cuatro tuaregs con el emblema de la Capitanía.

Detrás de ellos la Escuadra de Blancs. El cabo de la arrancà es Vicente Cortés. Los timbales empiezan a repicar y “Als Ligeros” suena para la ocasión. Detrás desfila la levadura festera de la Filà, los chavalines cumplen con nota su obligación.


 

Una nueva escena aparece. Un grupo de la infantería del Capitán empieza a desfilar. Detrás de ellos aparecen dos jinetes sobre dos caballos árabes haciendo una exhibición de doma de caballos. Un grupo de guerreros Tassili cubiertos con turbantes de metal y plumas y que se hacen acompañar de grandes lanzas escoltan a un gran Ariete, que simula la cabeza de un caballo, caballo que quiere representar el escudo heráldico de la Filà. Este ariete es arrastrado por soldados aragoneses. Detrás les sigue una carroza con dos grandes timbales que dan paso al escudo heráldico de la Filà moldeado en arena del desierto del Magreb. Un grupo de guerreros Hadejái escoltan el escudo.


 

La primera coreografía aparece a continuación. Es el ballet de Virginia Bolufer la que da vida a un “Espejismo”. Sobre una carroza que representa la arena del desierto y una palmera verde. Un conjunto de bailarinas formado por tres grupos, unas representando la arena, otras representando el tronco y el último representando las hojas de la palmera, dan vida a este espejismo sensual que sirve para desorientar y desconcertar al enemigo. El Taller de Música Castell Vermell de Ibi les acompaña, interpretan “Miratge”, partitura escrita para la ocasión.


 

Delante del Capitán, arranca su guardia personal. El primero a caballo, detrás le siguen cuatro caballeros a lomos de dromedarios y a éstos una carroza con diez emires más. Lucen trajes con tonalidades verdes bordados con hilo dorados, capa de color negro y turbante verde con incursión de metales.



 

Inmediatamente después de la carroza de los caballeros aparece el caballo de respeto del Capitán. Detrás del caballo empieza a avanzar sus primeros metros la carroza que representa un fértil oasis Sobre ella se encuentra El Capitán de Moros, el Fester que representa el cargo es Rafael Jiménez Doménech. En esos momentos la Unión Artística Musical de Onteniente empieza a sonar, interpretan la marcha mora “Reige”, escrita en la década de los 60 por José María Ferrero. Una fuerte ovación le dedica el público concentrado en el partidor.

 

 

El Capitán lucía un traje diseñado por el escultor alcoyano Ismael Llorens, vestía telas nobles de color beige claro, evocando las arenas del desierto, el interior de las bocamangas eran de color salmón suave, en el turbante, también en color beige, lucía un yelmo dorado. El traje estaba rematado por una capa de color marrón bordada en hilo de oro. En el centro, atravesando la faja, lucía una gran daga granadina.


 

Detrás le sigue su séquito, el mismo está formado por sus hijas, Paula y Amira, las mismas desfilan en una carroza tirada por una cuadriga de caballos, a las mismas les acompaña una guardia infantil.

 

 

Después aparecen las Damas de la Favorita, lucen un traje que predomina el color azul y desfilan en una carroza simulando un jardín árabe. Y llega la primera Kadín, la Favorita del Capitán, Cani Vidal Andreu, las telas y colores de su traje son similares a las de su señor. Desfila bajo una carroza en forma de arco. La Favorita se hace acompañar por la Banda Unión Musical de Palomar que interpreta la marcha “Xavier el Coixo”.


 

Después de pasar la Puerta de la Felicidad, llega ante nosotros una segunda coreografía que representa la Danza del Té. Está inspirada en las tres tomas. La primera amarga como la vida. La segunda intensa como el amor y la tercera dulce como la muerte. La coreografía la interpreta el ballet de Virginia Bolufer y suena la composición, estrenada para el acto, “Zalaza”.


 

Siguiendo con el séquito del Capitán, aparece una carroza que simboliza los jardines donde reside la madre del Capitán. La acompañan sus damas Omeyas.  Ya cerrando el sequito, nos encontramos con una carroza que representa la casa de un rico mercader. En su poder obraba un lienzo que le entregó el último ligero. El mismo representa la leyenda del Escudo Heráldico de nuestra Filà. Detrás unas mujeres Suyidats “Señoras del Jardín de los Aromas” provenientes de Medina Azahara, reparten pergaminos con la leyenda al público.


 

Pero aún faltaba el último plato fuerte. La escuadra de esclavos. Nunca mejor dicho. Jordi Sellés, autor del boceto, no cabía dentro de sí. La escuadra de una espectacularidad asombrosa, nos transportaba a una imagen de africanidad en el sentido más clásico del diseño festero alcoyano para las denominadas “escuadres de negres”. El diseño del traje con grises, rojos, ocres y verdes no hacía prever el impacto de unas cabezas camufladas de las cuales colgaban unos colmillos que aún les daba un mayor impacto. El traje era rematado por unos collares y abalorios multicolores. Los sones de una atrevida marcha mora titulada “Abencerraig” del compositor Saúl Gómez Soler e interpretada por la Banda de Campello.


 

Detrás una carroza con las esposas de los escuadreros, con un traje del mismo porte, cerraban la estampa.


 

A las siete y cuarto de la tarde, el cop de la Filà, el fester Pedro Gisbert Pamplona finalizaba el recorrido. La Filà en pleno le esperaba.